Día 15.
Ya estás a la mitad del Reto Matrimonial.
- ¿Cuáles cambios has notado?
- ¿Se te ha hecho más fácil hablar cosas positivas de tu esposo?
- ¿Haz edificado tu matrimonio en amor y respeto?
No te desanimes si no consigues cumplir el Reto Matrimonial al pie de la letra, sigue intentándolo.
Ora a Dios con fervor por tu vida, la de tu esposo y la de tu familia. No olvides que sólo Él es quien transforma y redime los corazones lastimados.
"Deposita en Dios tus cargas y recuerda que su amor cubre multitud de fallas." Proverbios 10,12.
A veces vivimos tan cerca de nuestro esposo que no podemos verlo de la forma en la cual otros lo ven, sólo nos fijamos en sus fallas.
Toma un paso hacia atrás. A lo mejor él ha crecido de manera espiritual y no te has dado cuenta. ¿Cómo puedes motivarlo a seguir creciendo? Recuerda que la relación que tu esposo tenga con Dios, depende sólo de él. Tú eres responsable con Dios al apoyarlo.
¿Puedes identificar un área de crecimiento espiritual en tu esposo?
- ¿Tu esposo va contigo a misa?
- ¿Está en algún grupo de la Iglesia?
Si es así, reconócele su labor y si por el contrario no ha respondido de la forma que esperabas... tienes un reto.
Reto
- Ora para que él pueda tener una relación personal con Dios, que Dios pueda ser el Señor de su vida; que él pueda experimentarlo, que Jesús pueda hablarle a su corazón y acercarlo y mantenerlo cerca de Él.
Estar orando constantemente sin cesar para que nuestro esposo se acerque a Dios es lo mejor que podemos hacer.
- Continúa halagando con comentarios positivos a tu esposo y recuerda tener un detalle, una llamada, un mensaje que le demuestre que piensas en El durante el día.
- Antes de que se vaya a trabajar, despídelo con un beso y dale la bendición.
Esfuérzate por cumplir el reto aún si él ya no está a tu lado. Recuerda...si él ya descansa es cuando más necesita de tus oraciones!!