Día 2.
"Porque vosotros hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no uséis la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros." Gálatas 5:13
¿Cómo te fue ayer en tu primer día de bendecir y animar a tu esposo?
¿Te fue fácil?
¿Te fue difícil frenar la lengua cuando querías decir algo negativo?
Si no lo hiciste bien, ¡no te desanimes! y vuelve a empezar hoy.
Dios está contigo, de seguro hay muchas formas prácticas en las que puedes apreciar y cuidar de tu esposo.
Reto:
Hoy trata de ver alguna forma positiva en que tu esposo te ayuda a ti y a tu familia.
- ¿Ayuda en la casa de alguna forma?
- ¿Cuida del carro y de su mantenimiento?
- ¿Arregla lo que se rompe o se descompone en casa?
De ser así y si tu presupuesto te lo permite, puedes comprarle un detalle ó algo que a él le guste. Puede ser una herramienta, su película favorita o algo que sabes que le ayude en sus tareas y colócale un gran moño!!! Y hazlo con gusto.
Quizás tu esposo no es muy cooperador en la casa…
- ¿Hace mandados por ti y resuelve cosas para la familia?
- ¿Es cortés contigo?
- ¿Te cuida de alguna forma cuando te enfermas?
- ¿Te ayuda a tomar decisiones?
- ¿Se preocupa por ti?
Agradécele lo que hace por ti a pesar de que no sea como tu quisieras. Y sobre todo, asegúrate que sepa que su servicio hacia TI es un pilar de su matrimonio.
Si él ya no está, duplica tu oración y esfuérzate por cumplir el reto; si ya se ha ido con Dios llévale flores, ofrece la Eucaristía o póstrate ante el Santísimo orando por el descanso de su alma.
Si se ha ido de casa envíale por correo un pequeño detalle, o por celular un mensaje agradeciéndole algo que hizo o hace por ti o por tus hijos, o por la casa...sin importar cual sea su reacción, se humilde y perseverante.
Querida Virgen María ilumíname, para poder apreciar y agradecer todo lo que mi esposo hace por mí y por nuestros hijos. No permitas que yo lo vea como algo normal, sino que aprenda a valorar