Día 8
"Muchos hombres se dicen piadosos; pero un hombre fiel, ¿quién lo encontrará?" Proverbios 20, 6
Comenzamos la segunda semana de nuestro reto. Recuerda los compromisos que hiciste al iniciarlo:
- No decir nada negativo de mi esposo, ni a El ni a nadie.
- Decirle una cualidad que admires de El diariamente.
- Cumplir el reto independientemente de tus emociones.
La fidelidad es la unión de dos seres vivos sin importar las consecuencias que esto pueda traer.
Cuando dos personas se casan se prometen fidelidad.
Se trata de un acuerdo que implica una serie de responsabilidades y que no debería ser violado por ninguna de las partes.
Hoy en día esta virtud se ha ido perdiendo especialmente en relación al matrimonio.
¿Sabes lo importante que es esto?
Reto
- Deshazte de lo todo lo negativo que hay en tu matrimonio y comienza plantar semillas que edifiquen y alienten. Te asombraras de lo mucho que pueden crecer.
- Agradece a tu esposo su fidelidad, la forma en la que él es leal a ti.
- Agradece a tu esposo que están juntos a pesar de las dificultades que hay en su matrimonio.
- Practica el respeto, la confianza, la comunicación, el perdón, pero sobretodo el Amor, que es lo que inspira a que todo crezca dentro de nosotros.
- Evita la monotonía, mantén viva la ilusión del primer día del noviazgo.
- Conquístale a diario.
- Preocúpate de tu arreglo personal.
En el Padrenuestro decimos “Danos hoy nuestro pan de cada día”.
Los esposos podemos rezar así: “Señor, danos hoy nuestro amor de cada día..."
El amor, es el pan que nutre el alma.
Papa Francisco.
QUE NUNCA TERMINE EL DÍA SIN HACER LAS PACES:
«Todos sabemos que no existe la familia perfecta, ni el marido o la mujer perfecta. Existimos nosotros, los pecadores.
Jesús, que nos conoce bien, nos enseña un secreto: que un día no termine nunca sin pedir perdón, sin que la paz vuelva a casa.
Si aprendemos a pedir perdón y perdonar a los demás, el matrimonio durará, saldrá adelante». Esfuérzate por pedir perdón de corazón y con plena humildad sin esperar respuesta, busca por sanar toda herida.
Recuerda cumplir tu reto aún si está lejos y más aún si se ha ido al cielo. Ora, ora y no desistas a pesar de lo difícil que pueda ser tu situación.