Misterios Luminosos
Primer Misterio Luminoso: El Bautismo en el Jordán
«Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco"». (Mt 3,16-17)
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Segundo Misterio Luminoso: Las bodas de Caná «Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: "No tienen vino". Jesús le responde: "¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora". Dice su madre a los sirvientes: "Haced lo que él os diga"». (Jn 2, 1-5).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Tercer Misterio Luminoso: El anuncio del Reino de Dios "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio". (Mc 1, 15)
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración «Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz» (Mt 17, 1-2).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Quinto Misterio Luminoso: La institución de la Eucaristía «Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: "Tomad, comed, éste es mi cuerpo"» (Mt 26, 26).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Dios te salve reina y madre vida dulzura y esperanza nuestra
Dios te salve a ti clamamos todos los hijos desterrados de Eva
Ea pues Señora abogada nuestra vuelve esos tus ojos misericordiosos
y después de este destierro muéstranos a Jesús fruto bendito de tu vientre
Oh piadosa o dulcísima Virgen María ruega por nosotros Santa Madre de Dios
para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo
Amen